Mamen Domingo | Ernest Ferré Arquitectes

La geometría del proyecto articula todo el espacio. Inspirada constructivamente en un tejado tradicional con mansardas, interesaba que recordara los dibujos que los niños hacen de una casa. Una vez  en su interior sorprende el volumen generado. La experimentación espacial se centra en tres fragmentos de troncos piramidales que se intersecan formando un cuerpo único de suaves cambios de dirección. El volumen es cruzado por doce mansardas que se abren hacia el jardín donde juegan los niños estableciendo una comunicación visual entre interior y exterior. El hecho de que las cubiertas no toquen a tierra produce un efecto de flotación y permite entrar luz natural por su perímetro. El aplacado de granito  aporta aspecto urbano al edificio. El porche  es el espacio más alto. Construir este edificio  ha permitido ofrecer un espacio innovador per al municipio. Que fuera una guardería da sentido al experimento arquitectónico que parte de la visión libre del mundo infantil, de la fascinación del calidoscopio y de la imagen poética de un niño sobre un columpio.