Restauración de la Iglesia Virgen Del Rio en Tarazona, Zaragoza

Zaragoza, España

Arquitectos: 2gv sensibilidad patrimonial

Año: 2009

Tarazona es una localidad, que por su ubicación geográfica, ha sido siempre sede de Obispado, por lo que la creencia de sus habitantes en la fe católica siempre ha estado muy arraigada, y el mejor ejemplo es la Iglesia de la Virgen del Río.

Cuando se realizaban trabajos de mantenimiento del Río Queiles, en el siglo XV, se encontró la cabeza de una figura religiosa. Este hecho hizo que con los donativos de los ciudadanos y la aportación de un terreno del ayuntamiento, se construyera la Iglesia, convirtiéndo a la Virgen del Río, en la patrona de la localidad.

La Rehabilitación de la iglesia se convertía en un acto importante para la ciudad debido a que por su cercanía al Río, y estar ubicada en sus orígenes en zona de Regadío, tenía unos graves problemas de humedades que estaban afectando a elementos estructurales.

Se trata de un templo de proporciones modestas, en planta de cruz latina con nave de dos tramos, coro alto a los pies, capillas alineadas, prebisterio de testero recto y sacristía al lado del Evangelio. La cabecera y la nave se cubren con bóveda de cañón con lunetos, mientras que el resto lo hacen con medias naranjas.

EQUIPO MULTIDISCIPLINAR

El proceso de la realización del proyecto en este caso, era tan importante como la futura ejecución del mismo. Un edificio histórico importante para la ciudad de Tarazona así como para sus habitantes, pasados , presentes y futuros.

Era un proyecto complejo, no por tamaño, pero si por la cantidad de elementos diferentes a tratar. desde los problemas del propio edificio como envolvente, hasta todo el patrimonio histórico artístico que contenía.

Para poder abarcar dicha complejidad, se trabajó con un equipo multidisciplinar para recuperar retablos, pinturas, esculturas, estructuras, acabados históricos, maderas escaleras. Por lo que un equipo formado por un historiador, restaurador, arquitecto, estructurista, hizo un inventario de todos los elementos, valorando su estado de conservación , para poder realizar una propuesta real. También se quiso contar con el asesoramiento puntual de un arqueólogo, debido a los antecedentes que tiene la zona. Al tener que levantar el suelo queríamos asegurarnos de la posible existencia de elementos en el subsuelo.

El estado de deterioro de algunos elementos era tan alto, que hubo que tomar medidas urgentes preventivas. Se tuvieron que rehacer gran parte de los retablos de madera, ya que había habido varios ataques de xilófagos.

El proyecto se hizo con el máximo respeto por el edificio, adecuándolo a la actualidad, recuperando la dignidad perdida., y haciendo cómplices a todos los intervinientes: propiedad, constructor, usuarios y técnicos.